Máxima Acuña: “Hagan justicia, apoyen a la gente campesina”
Viene a la capital con la esperanza de que se reconozca por fin su inocencia a la imputación de usurpación agravada que denuncia la minera Yanacocha. Está agotada después viajar trece horas en bus, después de caminar ocho horas desde su hogar, ubicado en el predio Tragadero Grande, que está muy lejos, en Celendín, para llegar a la terminal. Y además, está preocupada porque dejó enferma a una de sus hijas. Pero regresa a su Cajamarca querida con incertidumbre, pues los jueces limeños no le dan respuesta aún. El tres de mayo recién se conocerá la resolución. Está muy nerviosa y su voz se quiebra en más de una ocasión.
¿Qué esperas de la lectura de esta sentencia?
Espero justicia nada más. Como es el segundo viaje, desde la corte de Cajamarca hasta acá a Lima, entonces estamos esperando hoy día a que se dé la sentencia y esperamos que es lo que deciden las autoridades acá. Tengo esperanza.
Desde que comenzó la disputa con Yanacocha ¿Cuál ha sido el momento más duro por el que has pasado?
Bueno, para mí ha sido demasiado. Ha sido una pesadilla de que esta empresa por apropiarse de nuestras pequeñas tierras que tenemos los campesinos nos boten, nos maltraten, no nos dejen en paz, no nos dejen en vida. Nuestra vida está amenazada, en riesgo, todo. Ahora, hasta que nos salve la justicia. De lugar en lugar, de sitio en sitio. Ahora que me encuentro en el palacio de la capital de Lima para escuchar la sentencia que van a dar las autoridades
¿Qué es lo que Yanacocha ve en Tragadero Grande? ¿Qué es lo que ves tú que te motiva a seguir luchando?
Ellos están destruyendo toda nuestra tierra por sacar todo el mineral, todo el oro, todo lo que hay en Conga. Yo lo que quiero de la tierra es lo que produce, lo que hay en nuestras aguas naturales, nuestras hermosas lagunas que nosotros bellas las vemos. De esa agua tomamos, bebemos y por eso nosotros cuidamos esa naturaleza que Dios nos ha dado.
A mí no me interesaría salirme de hoy para mañana de ahí, pero pienso en el futuro. Cuando estas empresas se queden en Conga, todo Cajamarca seremos amenazados de muerte, ¿Y qué será de nuestros niños, de nuestros pequeños que están viviendo? Los nietos que tengo me dan valor día a día porque pienso en ellos, cómo será sus destinos, sus vidas cuando estas empresas destruyan nuestra naturaleza y dejen una tierra contaminada, no una tierra donde trabajar.
Fotos de Alan B.
Máxima entró a esta disputa buscando recuperar la vida que ella ama; vida humilde, tranquila y familiar. Está herida; dice que le duele el corazón de madre, ya que sus hijos son amenazados de muerte y golpeados constantemente. Dice que le duele cuando los trabajadores de Yanacocha entran a su hogar y destruyen todo, destruyen los sembríos de los cuales se alimentan. Extraña a su perro, al que mataron también por esta disputa que ya lleva varios años y tiene para muchos años más. Se necesita culminar en un juicio civil. “Máxima no es un caso individual. Máxima representa a un conjunto de personas desprotegidas por este Estado. Y la empresa representa el poder económico que hay en este país que está sobre los derechos ciudadanos que constantemente sin ningún tipo de control del Estado está cometiendo atropellos” señala su abogada, Mirtha Vásquez.
Ahora la motivación de Máxima ha cambiado. No se contenta con que su caso particular sea resuelto, ella quiere que casos similares no vuelvan a pasar, que otros no vuelvan a sufrir. Entró al Palacio de Justicia diciendo que tenía esperanza. Los activistas que protestan afuera de Palacio de Justicia portan imágenes de Máxima que la muestran con grandes bíceps, como una luchadora valiente que presume de su fuerza, pero la mujer que entró minutos antes distaba mucho de esta imagen. Era tímida y en sus ojos había miedo.
Te has convertido en una figura de inspiración para muchas personas. Si llegaras a conservar Tragadero Grande, ¿seguirías comprometida con la lucha medio ambiental?
Sí. Yo voy a seguir en lucha porque la realidad que nosotros como somos agricultores, soy una mujer campesina yo. Me gusta vivir de la tierra, labrar, sembrar para poder vivir y las empresas transnacionales nos desalojan, nos botan de nuestras tierras y nosotros no vamos a tener vida una vez que no tengamos tierra en donde estar. Y por eso mismo yo seguiré en pie de lucha y, como dice, dando a conocer y que pidiendo a las autoridades que hagan justicia o vayan a los lugares que están en conflicto, que están en peligro nuestras tierras, están amenazadas por las empresas transnacionales.
¿Qué mensaje les dejarías a todas las personas que te siguen, que te escuchan y que defienden lo mismo que tú?
Bueno, en primer lugar yo querría dar el agradecimiento a todos los fieles oyentes simpatizantes que son hacia mí. También dar un ejemplo, una enseñanza que conozcan la realidad y defiendan lo que es. Y los jóvenes universitarios cuando algún día sean profesionales, como dicen, no defrauden su honor. Hagan justicia en el cargo que lleven, apoyen a la gente campesina. Aboguen por la legalidad y no de repente por el poder económico. Que otras personas que tienen poder no los manejen.
Personal de Yanacoha entrando a terrenos de Máxima a destruir sus cultivos y agredirla, en el 2016